-Nos encontramos en plena temporada de mango nacional, una de las joyas de la corona del Agro Tropical Malagueño ¿Cómo está transcurriendo esta campaña 2021? En términos comparativos respecto a 2020; ¿qué novedades tenemos en cuanto a cantidad, calidad y distribución?
R: En el campo y, por supuesto en nuestro sector, siempre debemos contar con los factores externos y el principal es la climatología; que nos marca la pauta y cuyos matices dependiendo de los tiempos de floración, crecimiento y otros tiene un efecto sobre la cosecha. Esta temporada se ha caracterizado por una climatología propicia en los momentos clave. En cifras, podemos hacer una valoración preliminar de un incremento de producción superior al 20%. El mango malagueño vive uno de sus mejores momento y está campaña está siendo especialmente buena en términos de calidad, que es excepcional; al menos en nuestros campos. Estos mismos factores climatológicos han provocado que la campaña haya sido más corta y las condiciones de maduración mejores y con ritmos más equilibrados sobre el propio árbol. En cuanto a la distribución; en nuestro caso hemos crecido de una manera exponencial y muy potente en los canales de venta ‘on line’; superando todas nuestras expectativas. Además la demanda europea, que ya nos conoce y valora; especialmente en países como Francia y Alemania, sigue tirando con fuerza. El consumidor europeo quiere disfrutar de las bondades del mango malagueño y año tras año vemos como crece su popularidad; especialmente en el segmento ‘BIO’.
-Como bien apunta, el prestigio del mango local no para de crecer campaña tras campaña, lo que no deja de ser una clara muestra del esfuerzo de los productores y empresas malagueñas del sector… Málaga es sinónimo de calidad en origen; pero da la impresión de que esa valoración es aún mayor en Europa que en el propio territorio nacional ¿Significa esto que debemos seguir trabajando en el consumo doméstico?
R: Es que el mango que producimos aquí en este momento; por sus condiciones, características y momento, no tiene competencia en términos de calidad. Y esa es una gran ventaja. Tenemos un producto de primer nivel que es profundamente apreciado por un perfil de consumidor que cada vez valora más esos matices que lo hacen diferente y debemos saber aprovechar esta ventaja para continuar creciendo. Proximidad, cercanía, carácter, equilibrio… Se trata de una materia prima ‘premium’ que se lo pone muy difícil a los competidores directos. En cuanto a los mercados, yo diría que se trata de claves distintas. Aprecian de igual manera el producto, pero demandan variedades y calibres distintos; lo que no significa que ambos no hagan una valoración sobresaliente del producto. Estos detalles son los que los comercializadores debemos tener en cuenta para adaptarnos a cada perfil y ofrecer lo que se nos demanda en cada momento.