MANGO: CONSEJOS PRÁCTICOS

ALMACENAJE y MADURACIÓN

Es temporada de mango y en nuestras fincas ECO la fruta más apreciada, singular y única del campo tropical malagueño cubre de tonos anaranjados las lomas de la Axarquía. Las condiciones climatológicas de este año están permitiendo que la campaña de 2021 sea especialmente buena. Desde Biorigen queremos trasladaos unos consejos para que podáis sacar el máximo partido en casa a nuestro mango BIO en las mejores condiciones. Queremos que disfrutéis de todo su sabor, textura, aroma y condiciones únicas. No en vano, hablamos de una materia prima muy singular. 

Las extraordinarias condiciones del mango nacional, el que tenemos en esta zona del Sur de España, son notablemente óptimas. Se debe al clima en su proceso de desarrollo vital. Pero la clave se encuentra en la última fase antes de ser cosechado. Su maduración se produce en el mismo árbol hasta que la fruta se encuentra en las mejores circunstancias para ser recolectado y enviado a su destino final; es decir, la mesa. 

Lo que ocurre a partir de este momento es igualmente importante pues de los cuidados que le procuremos tras llegar a casa dependerá que podamos sacar el máximo partido sus propiedades únicas. Por ello; es importante observar estas recomendaciones:

  • El mango inmaduro debe mantenerse a temperatura ambiente. El mango no debe refrigerarse antes de estar maduro. 

  • El mango continúa su maduración a temperatura ambiente, haciéndose cada vez más dulce y blando con el paso de algunos días

  • Para agilizar la maduración, coloca el mango dentro de una bolsa de papel a temperatura ambiente.

  • Una vez maduro, el mango debe moverse al refrigerador, lo cual frenará el proceso de maduración.

  • El mango entero y maduro se puede almacenar hasta cinco días en el refrigerador.

  • El mango se puede pelar, cortar en cubos, colocar en un recipiente sellado, y guardar en el refrigerador por varios días, o en el congelador hasta seis meses.

EL CORTE del MANGO

En cuanto al corte, debéis saber igualmente que es sumamente importante seguir una serie de pasos para poder preservar y disfrutar del mango en sus mejores condiciones. Resulta fundamental contar con una superficie limpia y despejada en la que manipularlo adecuadamente antes de proceder a su corte. Será necesario contar con un cuchillo afilado de tamaño medio y depositar la fruta sobre una tabla de madera o similar bien sujeta con una de las manos. Lo más importante en el proceso previo a su segmentación es identificar su hueso, que ocupa la zona central y suele ser de un tamaño alargado. Tras su localización, procederemos a practicar los cortes por ambas caras de manera que logremos aislarla. Desde aquí podremos obtener las tajadas perfectas que trocearemos en la clásica forma de cuadrado o en secciones alargadas que nos permitirán su uso y consumo en distintas preparaciones culinarias o al natural. Os dejamos una imagen como muestra:  



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